domingo, 25 de marzo de 2007

Coney Island


tras salir sin un solo rasguño del estallido de una bomba sorpresivamente encontrada en el sótano de aquel bar de mala muerte cerca del puerto y habiendo paseado el maléfico artefacto a-punto-de-estallar por media Coney Island durante cinco largos minutos hasta que finalmente pudo arrojarlo a las profundidades de la bahía, Batman se reencuentra con Robin.
- ¡¿Arriesgaste tu vida por esa gentuza de la taberna?! - indignado le pregunta.
- Es cierto que beben, Robin, pero también son personas que pueden regenerarse.
Detrás, frente al muelle, dos monjas y una pequeña banda musical pasean fotografiados en technicolor.